Películas como ésta son necesarias en el mundo capitalista salvaje, mercado-técnico y porno-consumista que vivimos. Sientan como agua de mayo. El director de El camino a casa , relata una historia real que ocurrió durante la revolución cultural de Mao Zedong en una pequeña aldea del corazón de China. Jing es una de las jóvenes estudiantes que llegan a ese lugar para ser reeducadas en el trabajo del campo. Su padre es prisionero político y su madre pende de un hilo por problemas económicos. Allí conoce a un joven llamado San. Su madre se suicidó por motivos políticos. Y su padre es un importante oficial del ejército chino. Jing y San se enamoran y viven una relación de entrega al otro y puro enamoramiento, aunque saben que es un amor prohibido. Se ven obligados a esperarse. Pero es un amor puro e inocente, un amor verdadero. -Mi madre no me deja enamorarme antes de los 25. ¿Qué pasará si no podemos estar juntos entonces? -Que esperaré toda mi vida. Si yo me muero seguiré viv...