Durante décadas, una comunidad de monjes cistercienses vive en perfecta armonía con sus vecinos y hermanos musulmanes, en los Montes Atlas, Argelia. La vida que se da entre ellos es de gran libertad y amistad. Los monjes curan a los enfermos y participan con alegría en las celebraciones rituales del pueblo musulmán.
En el año 1996, en el contexto de la guerra civil, aparecen unos grupos fundamentalistas islámicos para sembrar el terror y asesinar a inocentes de una y otra religión. El gobierno corrupto invita a los monjes a marcharse de ahí, por su propia seguridad, y los monjes tienen que decidir si salvar la vida o quedarse junto a sus amigos, los oprimidos del pueblo argelino.
Leí hace poco esta cita de Pascal –"los hombres nunca cometen el mal, más plena y alegremente que cuando lo hacen por convicciones religiosas"-. Aquí todo es confusión y violencia. Estamos en una situación de riesgo pero resistimos gracias a nuestra fe y a nuestra confianza en Dios. La pobreza, el fracaso y la muerte son los caminos que conducen hasta Él. Las lluvias torrenciales y devastadoras no han extinguido la violencia que se infiltra por todas partes. Se enfrentan dos partidos; el uno quiere conservar el poder, el otro arrebatárselo y es una lucha sin cuartel. No sé ni cómo ni cuándo acabará esto. Entre tanto, sigo con mi labor, la de acoger a los pobres y a los enfermos hasta que llegue el día y la hora de cerrar los ojos. Querido amigo, reza por mí para que mi salida de este mundo se haga en la paz y en la alegría de Jesús.
Xavier Beauvois, 2010
En el año 1996, en el contexto de la guerra civil, aparecen unos grupos fundamentalistas islámicos para sembrar el terror y asesinar a inocentes de una y otra religión. El gobierno corrupto invita a los monjes a marcharse de ahí, por su propia seguridad, y los monjes tienen que decidir si salvar la vida o quedarse junto a sus amigos, los oprimidos del pueblo argelino.
Leí hace poco esta cita de Pascal –"los hombres nunca cometen el mal, más plena y alegremente que cuando lo hacen por convicciones religiosas"-. Aquí todo es confusión y violencia. Estamos en una situación de riesgo pero resistimos gracias a nuestra fe y a nuestra confianza en Dios. La pobreza, el fracaso y la muerte son los caminos que conducen hasta Él. Las lluvias torrenciales y devastadoras no han extinguido la violencia que se infiltra por todas partes. Se enfrentan dos partidos; el uno quiere conservar el poder, el otro arrebatárselo y es una lucha sin cuartel. No sé ni cómo ni cuándo acabará esto. Entre tanto, sigo con mi labor, la de acoger a los pobres y a los enfermos hasta que llegue el día y la hora de cerrar los ojos. Querido amigo, reza por mí para que mi salida de este mundo se haga en la paz y en la alegría de Jesús.
Xavier Beauvois, 2010
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