La película La gran apuesta es tan escalofriante cuanto necesaria en el mundo mercado-técnico capitalista en el que vivimos.
Se nos avisa de que es una historia real. Y leemos una cita de Mark Twain a modo de epígrafe:
"It ain't what you don't know that gets you into trouble. It's what you know for sure that just ain't so.”
En la película se nos describe, a través de los ojos de unos personajes que se atreven a mirar a cámara, los factores clave del inicio de la crisis financiera de 2007. Esos personajes apuestan en contra de las hipotecas que no valen nada por culpa de avariciosos banqueros que engañan a pobres ignorantes.
La última media hora es fantástica. La burbuja inmobiliaria se pincha. Se desquebraja el sistema corrupto de los fondos buitre. Los bancos son rescatados. Los ladrones de guante blanco salen impunes. Y millones de personas pierden su hogar y su trabajo.
Y, al final, uno se queda interpelado por la cuestión sobre si seremos capaces de permitir este fraude de nuevo.
Al final le echarán la culpa a los inmigrantes y a los pobres.
Adam McKay, 2015
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